Hace pocas fechas la rebelión del M23 en Kivu (República Democrática del Congo), instigada por el gobierno de Ruanda, tomó la ciudad de Goma. La ofensiva sobre Goma, programada y ejecutada concienzudamente, podría extenderse hacia el norte (Beni-Butembo) y hacia el sur (Bukavu). Ahora, parece que se han retirado de sus posiciones, aunque amenazan con volver. No obstante, el daño está hecho y las principales víctimas son las personas que allí viven.
Charla y debate
Como escribe Ramón Arozarena, experto en esta región: “la muerte, los saqueos, las violaciones, el reclutamiento de niños soldado, la huida y desplazamientos de poblaciones, vuelven a convertirse en realidad cotidiana.... No son pocos los congoleños expatriados que consideran que la endémica debilidad de las Fuerzas armadas congoleñas, que al parecer abandonaron Goma sin atreverse a presentar batalla a los asaltantes, es conscientemente mantenida para facilitar y hasta justificar la progresiva anexión del este del Congo por parte de Ruanda".
La crisis actual es el reflejo de que la desestabilización de Congo, una vez más, obedece también a los intereses por apropiarse de sus riquezas naturales, entre ellas el coltan y otros minerales, para obtener beneficios con su comercio.
Ramón Arozarena, voluntario de Nakupenda África y del Consorcio África Imprescindible.