Es una historia real y verdadera: en los años 90, una pequeña comunidad de monjes cistercienses vive aislada en las montañas argelinas. Llevan una vida austera, de oración y trabajo en el campo, a la vez que se ocupan de las personas más empobrecidas y enfermas de los alrededores. Los monjes conviven fraternalmente con la población musulmana. Tras el golpe de Estado militar y civil contra el pluralismo político y el Frente Islámico de Salvación en 1992, se instala en Argelia la violencia y el terror por parte de diversos grupos yihadistas, pero también de las fuerzas de seguridad y del Ejército. Es la guerra civil. Las amenazas llegan al monasterio y los monjes discuten si quedarse allí, junto a las que gentes a la que ayudan, a riesgo de morir asesinados, o marcharse a Francia y abandonar a su suerte a los habitantes de esa tierra.
Es una prueba dramática a su fe, se aprecia la cercanía del temor y es la demostración de su valor y de su entrega a la población musulmana entre la que viven.
Cine y debate
Xavier Beauvois (Francia, 2010)
Preestreno - 120 min -V.O.S
De dioses y hombres propone una profunda reflexión sobre los derechos humanos, el ejercicio de la libertad, el sacrificio y la práctica de una religión capaz de sumar espiritualidad y compromiso personal y social.
La película está rodada con un ritmo suave que sigue la vida cotidiana de los monjes. De gran belleza plástica, una fotografía soberbia y luminosa, que muestra los colores pálidos del paisaje, acompaña unas interpretaciones excelentes.
De dioses y hombres es una película deslumbrante y trascendente, llena de humanismo y fraternidad. Un alegato sincero, intenso y emocionante en favor de la paz y la convivencia, imprescindibles entre las culturas y religiones.
Joxe Arregi, teólogo. Franciscano hasta el 2010, Ha sido profesor de diversas materias teológicas en Pamplona, Vitoria y Deusto. Trabaja desde hace años en la formación teológica de laicos. Ha promovido encuentros y cursos de dialogo en la línea de Baketik, organización cristiana al servicio de la paz en el Santuario de Aránzazu.