El presidente de Rusia, Medveded, y el primer ministro Vladimir Putin han formado en los últimos años un tándem al frente de la Federación, más cerca del consenso que de la disputa. Ahora, Putin pretende ser el principal protagonista de la “nueva” Rusia, y se postula de nuevo para la presidencia en las próximas elecciones el 4 de marzo.
Charla y debate
En la Federación de Rusia el autoritarismo supera a la democratización de las instituciones, por convicción de los dirigentes o ausencia de una cultura política que posibilite el ejercicio de las libertades a la oposición y a la disidencia más crítica.
El régimen basa su ideología en el nacional-liberalismo patriótico: economía libre, pero con intervención estatal; la competitividad y la defensa de una identidad específica rusa, enraizada en raíces cristiano-ortodoxas y en la “civilización occidental”. La desconfianza de la población ante el sistema legal; la ineficacia y la corrupción; la demografía y la diversificación de la economía son algunos de los principales desafíos de Rusia, que además busca un nuevo destino internacional. Se perfila un singular movimiento de protesta que puede obstaculizar las ambiciones de Putin y de su partido, Rusia Unida.
Juan Miguel Vicente Errea; profesor del Área Internacional y de Derechos Humanos de IPES Elkartea, especialista en Rusia y Balcanes.